A nuestros lectores
Hace poco más de tres años decidimos iniciar este blog. En aquel momento, tanto Anita como yo, cursábamos talleres de diseño en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica (TD8 para ser exactos) y frecuentemente hablábamos sobre cómo mucho de lo que encontrábamos en los diferentes lugares a los que nos enviaban, por motivos académicos, no cabía dentro de ningún «análisis de sitio», sin que por eso dejara de ser información valiosa. De alguna manera, nos sentíamos parte de un entorno académico en el que se insistía en estudiar la ciudad, y comprender su importancia, para nuestra formación como arquitectos, pero en el que se dejaba de lado, e incluso se llegaba a menospreciar, mucho de lo que se registraba y desarrollaba en los diferentes cursos en los que se «estudiaba» lo urbano. Ésto llevó a que buscáramos abrir un espacio en el que se pudiera reflexionar, opinar, e incluso especular sobre los diferentes entornos urbanos que habitamos, sin las «rigurosidades» académicas que ya conocíamos, pero siempre con la aspiración de poner temas sobre la mesa, iniciar debates y de cierta forma evidenciar lo que teníamos enfrente, pero que muchas veces pasábamos por alto.
Por otra parte, queríamos establecer un medio que nos diera la excusa para observar nuestras ciudades, y producir información a partir de esta, sin que necesariamente nuestras búsquedas estuvieran condicionadas por el futuro desarrollo de un diseño o plan maestro. Lamentablemente, es común que en nuestra formación como arquitectos, se nos enseñe a «analizar» un sitio para buscar «problemas» o variables, solamente en función de diseñar objetos arquitectónicos. Ante eso, creíamos (y aún creemos) fielmente que las ciudades estaban llenas de condiciones y fenómenos sobre los que podíamos indagar, sin saber claramente a donde llegaríamos, pero de los que sin duda podríamos aprender para eventualmente enriquecer nuestra formación y futuras prácticas. Decidimos salir a buscar, muchas veces sin saber qué, con el afán de encontrar para entender, y a partir de ahí plantear temáticas.
Desde el principio tuvimos claro que no queríamos ser otro blog de arquitectura o de urbanismo (palabra con la que hay que tener cuidado), talvez porque ambos somos parte de una generación de arquitectos, que incluso desde antes de llegar a la Universidad, ya estaba expuesta a un bombardeo mediático de renders asépticos, diagramas for dummies, y arquitectos estrellas. Un poco cansados de eso, decidimos que La Ciudad Paralela no publicaría proyectos ni edificios, ni mucho menos intentaría hacer crítica arquitectónica, a pesar de que eso podía atraer más lectores. Confiábamos en que había mucha gente, a la que le podía interesar hablar de nuestros entornos construidos, y lo que sucedía en ellos, más allá de la apariencia de sus edificios.
Actualmente seguimos con las mismas intenciones, aunque en otras circunstancias. Han sido tres años donde hemos aprendido mucho más de lo que imaginábamos aprender. La Ciudad Paralela, más allá de ser un medio a través del cual exponemos nuestras ideas, ha sido una herramienta que nos ha permitido conocer personas, iniciativas, y temáticas que de otra forma difícilmente conoceríamos; ha sido una herramienta de aprendizaje y un espacio de experimentación, que tanto Anita, como yo, utilizamos en determinado momento. para exponer y «armar» argumentos que eventualmente estarían en nuestras tesis de grado. También nos ha permitido, especialmente por medio de los invitados, involucrarnos en discusiones que eventualmente repercutirán en las formas en que hacemos ciudad. Ha sido un trabajo más que satisfactorio. Hoy, La Ciudad Paralela es para nosotros la excusa perfecta para no dejar de estudiar aquello que nos interesa de nuestras ciudades; es una oportunidad para seguir aprendiendo.
Gracias a todos aquellos que nos han acompañado a lo largo de este periodo, y a quienes hoy nos leen, siguen, comentan, comparten, «likean», etc. La Ciudad Paralela se debe a ustedes; nuestro objetivo primordial es aportar algo a las diferentes discusiones sobre nuestros entornos urbanos, que creemos, deben ir más allá de los círculos académicos o de foros especializados. Gracias especialmente a los autores invitados, y a quienes nos han buscado y enviado artículos para ser publicados en nuestro sitio. Ustedes enriquecen nuestro sitio, y que nos busquen nos motiva, pues da señales de que algo estamos haciendo bien. Queremos consolidar nuestro sitio como un espacio en el que diversos autores puedan exponer sus puntos de vista, y contribuir a enriquecer la discusión sobre lo urbano.
1 comentario
Salú. Sigan adelante, no me pierdo un episodio.